Mariana y El.

Blasfemous Rumours... Depeche mode
Tainted Love... Marilyn Manson

Cómo ama de casa, Mariana era una mujer normal, callada y sumisa, de 27 años, casada desde hace 7 años con el amor de su vida, su marido.

Ella sabe que desde hace 1 año, él ha cambiado mucho, dejó de ser detallista y caballeroso, dejó de hacerle el amor todos los días a hacerlo 1 vez por semana. Ya no llegaron mes con mes, las rosas rosas por celebración de sus mes-aniversarios, ya no hubo chocolates ni poemas, las juntas de trabajo fueron cada vez más frecuentes así como los viajes de trabajo.

Incluso, se ha pintado el pelo, a comprado lencería sexy, un perfume, tacones y un kit de chocolate comestible, pero ese día solo fué, un quickie y a dormir.

Ya intentó meterse a clases de zumba y de salsa, comida afrodisiaca y salir de vacaciones al mar

Pero ya no funcionó nada. Su marido no le pone atención, parece que la ha olvidado, cada día más y más

Poco hablan, poco se escuchan y tocan, se limitan a comer juntos, dormir juntos y hacer-deshacer maletas

Mariana decidió jugarse la última carta, lo trataría mal, le reclamaría, le lloraría, le chantajearía, le daría unas bofetadas, le aventaría los trastos... y ella empezó a sentir ese malicia

Le llamó diciendole que llegara a tiempo al hogar y le colgó, él se sorprendió, su mujer siempre era dulce y cálida.

Llegó a tiempo, estacionando el carro, respirando hondo, la amaba pero ya estaba aburrido de ella, de su candor y ternura, sabía que ella pensaba que tenía un amante, aunque en realidad, solo acudía con una dominatriz y acudía a convenciones de SMBD, se había obsesionado con ello, imaginaba a su esposa como Betty Page versión sádica, solo que su esposa, era demasiado linda para hacerle daño.

Entrando él, Mariana le pegó una bofetada con toda su fuerza, quedando sorprendido completamente. Le siguieron una sarta de palabras ofensivas, de aventones, de empujones. Y él empezó a excitarse como loco, a decirle que la amaba, que la necesitaba e hicieron el amor, ahí mismo, en la sala

Y los ojos de Mariana se llenaron de sorpresa y placer, por fin había encontrado la pieza que faltaba en su matrimonio para ser feliz.

Maryanne